viernes, 22 de mayo de 2009

Software



Software, palabra proveniente del inglés (literalmente: partes blandas o suaves), que en nuestro idioma no posee una traducción adecuada al contexto, por lo cual se utiliza asiduamente sin traducir y fue admitida por la Real Academia Española. Aunque no es estrictamente lo mismo, suele sustituirse por expresiones tales como programas (informáticos) o aplicaciones (informáticas).

La palabra «software» se refiere al equipamiento lógico o soporte lógico de un computador digital, y comprende el conjunto de los componentes lógicos necesarios para hacer posible la realización de una tarea específica, en contraposición a los componentes físicos del sistema (hardware).

Tales componentes lógicos incluyen, entre otros, aplicaciones informáticas tales como procesador de textos, que permite al usuario realizar todas las tareas concernientes a edición de textos; software de sistema, tal como un sistema operativo, el que, básicamente, permite al resto de los programas funcionar adecuadamente, facilitando la interacción con los componentes físicos y el resto de las aplicaciones, también provee una interfaz ante el usuario.


Clasificación del software


miércoles, 13 de mayo de 2009

lunes, 11 de mayo de 2009

Lo bueno y lo malo de la tecnologia educativa.

Las ventajas de la utilización del ordenador, Internet, aulas multimedia,... en la educación de los futuros profesionales no se reducen a la inmersión de los alumnos en un medio que ya de por sí les resulta casi natural.

La forma de presentar la información de los sistemas hipermedia es más parecida a la forma de trabajar de nuestro cerebro. Mientras que en los libros la información se encuentra en forma lineal, con el ordenador podemos saltar de una ventana a otra, de un texto a un gráfico, sonido, vídeo o a cualquier otro bloque de contenido, como nuestro pensamiento salta por asociación de una idea a otra de acuerdo con las vías de una red de neuronas.

La capacidad del hipertexto/hipermedia permite estructurar la información de una forma hiperdimensional. Es posible diseñar materiales adaptados a diferentes los niveles, expectativas, capacidades, etc. de los alumnos y estructurar la información de modo sean ellos quienes construyan sus propios significados seleccionando qué nodo examinarán antés, cuál después y de cuál prescindirán.
La interactividad que permite la web no se limita a usuario – recorrido. Puede existir interacción profesor – alumnos, incorporarando en el sitio web formularios que recojan sus opiniones. También es posible la interacción de unos alumnos con otros, colocando elementos de chat/conferencia. Si estamos todos en el mismo aula estas dos opciones resultan ridículas. En cambio la incorporación de elementos de chat, si bien no es la única solución y quizá tampoco la más eficiente, puede resultar interesante para intercambiar mensajes y trabajos con otros centros distantes geográficamente que participen en un proyecto común.
Frente a la gran resistencia y oposición a la lectura y a la interpretación de las mismas que muestran los jóvenes, las nuevas tecnologías (NT) nos ofrecen una herramienta muy sofisticada de imágenes y efectos, así como la posibilidad de poder discernir entre ideas y propuestas de innumerables mentes de todo el mundo y hacerlo en pocos minutos.
El servicio web nos pone al alcance de la mano bibliotecas, materiales de investigación universitaria y fondos de museos que de otra manera serían inalcanzables para nuestros alumnos.
El formato web permite una actualización fácil de sus contenidos.
La utilización de la tecnología multimedia e Internet mejora la calidad de enseñanza:
en la educación primaria permite que los niños jueguen y aprendan dentro de un cuento, y les anima a descubrir excitantes elementos visuales, animaciones, graciosos sonidos y sorpresas ocultas, mientras exploran las ilustraciones. Todo esto desarrolla su capacidad de lectura y fomenta su curiosidad, lo que aumenta las capacidades de aprendizaje.
en la educación secundaria motivan a los alumnos para la investigación y permite que el alumno aprenda descubriendo y creando.
Pero no todo son ventajas. Una utilización inadecuada de esta tecnología, una elección equivocada de los materiales multimedia de apoyo y/o un mal diseño de la unidad conllevarán, no sólo el fracaso en la consecución de los objetivos planteados, si no la consolidación de la idea de que el ordenador y su entorno son útiles de ocio, pero que trabajar con ellos está reservado a los "entendidos" o limitado a entregar un trabajo "bien presentado".
Ojo con el mal uso y abuso de la utilización de las NT, que inhibe la participación de los alumnos y puede fomentar la pasividad del alumno en la recepción de mensajes y su distracción. Los alumnos disminuirán su atención pudiéndo llegar a tomárselo como un juego. Aunque en el web hay de todo no sirve para todo.
Si bien hemos comentado que la actualización de contenidos es fácil, el mantenimiento de un sitio web es realmente costoso. Hay que estar permanentemente al día de gráficos, webs, programas educativos; hay que controlar si los enlaces externos todavía funcionan.

El futuro de la tecnologia




Así, afirman que en 2046 se haya consolidado la energía nuclear de fusión (un aliento para el proyecto ITER), que en 2041 exista una pequeña ciudad en la Luna, que en 2036 tengamos el primer ascensor espacial, que en 2031 los robots sean ya más inteligentes que nosotros, que en 2026 haya combates de boxeo entre androides, que en 2021 los yogurts nos cuenten chistes, que en 2016 los coches sean pilotados automáticamente, que en 2017 podamos ir de vacaciones a un hotel en órbita, que en 2011 los robots cuiden nuestros jardines, o que el año que viene el ordenador procese más rápidamente que una persona.

Para el 2050 y aún más, afirman que los pensamientos, sentimientos y recuerdos se transfieren a un ordenador, la comunicación telepática se generaliza y se consigue el viaje a través del tiempo aunque esto último ya para 2075. Justamente en 95 años y con un nuevo cambio de siglo se conseguirá viajar más rápido que la luz. ¿Sueños?. Los autores aseveran que con mirar 50 años atrás y ponernos en torno a la Segunda Guerra Mundial podremos comprobar lo "mágicos" que han podido ser los avances y cómo nos han afectado.

Es una buena oportunidad para discutir hacia dónde va la ciencia y qué implicaciones morales podrían tener algunos de los escenarios futuros, lleguemos o no en el tiempo previsto. El problema es la elección de las más óptimas resoluciones para diseñar con valentía el futuro.